viernes, 7 de enero de 2011

Los "hackers" descifran la seguridad de la PlayStation 3

La PlayStation 3

La consola es considerada una de las más seguras del mercado.

La seguridad de la consola de videojuegos PlayStation 3 (o PS3) ha sido desmantelada por hackers lo que potencialmente podría permitir que cualquier persona instalara los programas de su elección -incluyendo videojuegos pirata- en el aparato.

Un grupo de hackers mostró recientemente un método que obliga al sistema a revelar las claves secretas que utiliza para permitir la instalación de software en la máquina.

Y un hacker de EE.UU., que ganó notoriedad tras desbloquear el iPhone, usó un método similar para extraer la clave maestra de la PS3 y publicarla en línea.

Sony rechazó hacer comentarios al respecto a pesar de que su producto es considerado uno de los más seguros del mercado.

"Toda la consola ha sido comprometida, no hay forma de recuperarse de esto", dijo pytey, un miembro del grupo de hackers conocido como fail0verflow quienes revelaron la falla en diciembre en un congreso en Berlín, Alemania.

"Peor que esto es imposible. Alguien está enfrentando serios problemas en Sony en este momento".

"Hackers" contra la piratería

El grupo, que en el pasado ha alterado también la consola Wii de Nintendo y que asegura estar en contra de la piratería, afirma haber desarrollado el hack -o programa informático- para poder instalar otros sistemas operativos y software independiente -conocido como homebrew- en el poderoso dispositivo.

Los detalles que dimos y la técnica e información que revelamos son suficientes como para instalar Linux. No nos interesa la piratería.

Hacker pytey

"Los detalles que dimos y la técnica e información que revelamos son suficientes como para instalar Linux", aseguró. "No nos interesa la piratería".

Tras la presentación el hackerestadounidense George Hotz, quien ya había logrado modificar partes de la consola, usó una técnica similar para extraer la clave maestra y la publicó en su blog.

Ese número -que solía ser secreto- se utiliza para autorizar todos los juegos y programas que corren en el sistema de tal forma que Sony pueda comprobar que son genuinos.

Sin embargo, al conocerse la clave se puede instalar cualquier programa.

"Detesto que permita la piratería", asegura Hotz. "La publicación de la clave es más académica que otra cosa".

La clave, según él, también funciona en la consola portátil PSP.

"Objetivo legítimo"

La PS3 -conocida como una de las consolas más seguras -y la única que no se podía alterar permanentemente- ha sido blanco de los hackers en los últimos 12 meses.

George Hotz fue el primero en romper la seguridad de la PS3.

Cuando Hotz quebró la seguridad de la consola, Sony desactivó algunas de sus características.

Fue Hotz quien logró romper su seguridad inicialmente obligando a Sony a liberar una actualización que impedía la instalación de versiones de Linux en la máquina, una de sus características más atractivas, pero vulnerables.

Dicha decisión por parte de Sony no sólo le acarreó críticas sino que además convirtió a la PS3 en un "objetivo legítimo" según loshackers.

"Esa fue nuestra motivación" aseguró pytey a la BBC.

El equipo pasó meses tratando de alcanzar su objetivo. "No fue una tarea trivial", dijo.

Según él al final lograron su objetivo pues Sony cometió un error básico de criptografía permitiéndoles descifrar la clave.

¿Qué hara Sony?

Sony se toma muy en serio las modificaciones no autorizadas a su consola.

El año pasado salió al mercado una memoria USB llamada PSjailbreak que contenía un software que permitía usar juegos hechos en casa o ilegales en la consola.

Sony realizó una actualización a fin de bloquear dicha memoria y emprendió acciones legales contra los responsables en varios países.

Sin embargo, según pytey, esta vez el problema no tiene una solución fácil.

"La única manera de corregirlo es dando un nuevo aparato", aseguró. "Sony tendrá que aceptarlo".

Benedicto XVI y el conocimiento absoluto

En cierta ocasión, y tras leer la obra de Laplace titulada “Tratado de mecánica celeste”, el emperador Napoleón se dirigió al matemático y le dijo: “Habéis escrito un libro sobre el sistema del Universo, sin mencionar ni una sola vez a su Creador”. Laplace, sonrió y le contestó: “Estimado Emperador, no he necesitado esa hipótesis”.

La anécdota tiene ya más de 200 años y aún me sirve para explicar que la absurda polémica, creada alrededor de las declaraciones de Stephen Hawking sobre esa innecesaria hipótesis creadora en el entorno de la física, no es algo nuevo y sobre todo, no es nada polémico.

¿En serio hay alguien que considere necesario explicar por qué la “hipotesis de un dios” no se acepta en el terreno científico? Pues sí, parece que aún hay gente así y entre ellos, Benedicto XVI que en su homilía del día de Reyes, respondía a las cuestiones más complicadas del Universo, encontrando (como no podía ser de otra manera) su explicación y causas físicas.

La vida es así, este hombre conoce los más íntimos secretos del inicio del cosmos, de las supernovas y los agujeros negros. El titular de Público “El Papa responde a Stephen Hawking sobre el Big Bang” debería hacer temblar los cimientos de la física.

Entre otras lindezas, y centrándome sólo en los temas que tocan a la ciencia, el sumo pontífice realizó ayer una serie de declaraciones que indican claramente que este señor sigue desaprovechando la nunca suficientemente ponderada decisión de cerrar la boca de vez en cuando.

No debemos dejarnos limitar la mente con teorías que siempre llegan sólo hasta cierto punto

Benedicto XVI, y curandose en salud para lo que se avecina, se atrevió incluso a rechazar los posibles descubrimientos que en un futuro se podrían dar en el CERN, ese endiablado invento del demonio que está usurpando lo que a todas luces corresponde a Dios, es decir, destruir el mundo…

Quizá es que tuvo un mal día de Reyes y al abrir sus regalos descubrió el carbón que a buen seguro se merece, pero lo cierto es que sin venir mucho a cuento, la homilía terminó significando un ataque a la ciencia y una acusación realmente inverosimil: “Benedicto XVI acusa a la ciencia de no poder explicar el origen del universo

Una acusación que podríamos aceptar de manera deportiva si no viniera de alguien con una explicación tan estúpida como la que él ofrece…

Benedicto XVI, y curandose en salud para lo que se avecina, se atrevió incluso a rechazar los posibles descubrimientos que en un futuro se podrían dar en el CERN, ese endiablado invento del demonio que está usurpando lo que a todas luces corresponde a Dios, es decir, destruir el mundo…

Quizá es que tuvo un mal día de Reyes y al abrir sus regalos descubrió el carbón que a buen seguro se merece, pero lo cierto es que sin venir mucho a cuento, la homilía terminó significando un ataque a la ciencia y una acusación realmente inverosimil: “Benedicto XVI acusa a la ciencia de no poder explicar el origen del universo

Una acusación que podríamos aceptar de manera deportiva si no viniera de alguien con una explicación tan estúpida como la que él ofrece…

Aún así, y a riesgo de estar por primera vez de acuerdo con el señor de blanco, he de confesar que en parte tiene razón y la ciencia no puede (todavía) explicar el origen del Universo. A estas alturas, conocemos con gran detalle lo que ocurrió los primeros minutos del gran estallido, incluso en los primeros segundos posteriores a ese Big Bang, pero nuestro conocimiento se pierde al llegar a la singularidad.

Es el momento en el que la Ciencia dice: “No lo sé“… y es bueno, muy bueno, aprenderse esas tres palabras para no mentir a la gente. Porque hay momentos en que si no utilizas esas tres palabras, estás mintiendo, Benedicto.

Os voy a dar una primicia que a más de uno sorprenderá: Benedicto XVI tampoco conoce cómo fue el origen del Universo. En serio, no lo sabe. En su fuero interno sabe que aquellos prodigiosos seis días de ingenio creativo superior en la tarde-noche del 22 de octubre de hace 6.000 años, no son ciertos.

Ni la Ciencia ni Benedicto saben exactamente cómo se produjo el Big Bang, sin embargo, hay una clara diferencia: Una sigue aprendiendo e investigando y el otro cree que lo sabe todo.

Retomo el principio de este artículo y vuelvo a recordar a Napoleón y otra de sus gloriosas frases.


Los sabios son los que buscan la sabiduría; los necios piensan ya haberla encontrado


Fuente: Amazings